Este 2023 el mundo de la ópera celebra el centenario de la gran María Callas, una de las sopranos más influyentes del siglo XX.
La dramaturga Ximena Carrera (1971) presentó, en el Teatro Municipal, la obra “Callas, la hija del destino”, con la cual nuestro principal escenario lírico se hizo parte de esta conmemoración.
Ximena es actriz, dramaturga, guionista y docente, ha sido reconocida con el Premio del Círculo de Críticos de Arte a la Mejor Obra de Teatro Nacional (2010), el Premio Municipal de Literatura de Santiago (2012) y con el Premio Altazor al Mejor Guion (2014), entre otras distinciones.
A través de su obra, Ximena explora la relación de amistad que unió a María Callas con la soprano chilena Claudia Parada, ofreciendo desde la ficción el encuentro de ambas a través del canto y la representación.
¿Cuéntanos donde surge la idea de abordar la figura de María Callas desde su amistad con Claudia Parada?
La idea de incluir y destacar la figura de Claudia Parada en la obra surge desde el momento en que me convocan para escribir un texto en torno a María Callas. Desde ese primer momento, se me encomendó, también, la tarea de abordar la figura de Claudia Parada. Especialmente dada su destacada trayectoria como cantante lírica y lo poco conocida que es en Chile.
¿Cuál es, a tu juicio, el mayor aporte de María Callas al rol de las mujeres en el canto lírico?
Creo que María Callas, por una parte, y debido a su formación con Elvira de Hidalgo, su maestra, logra rescatar la técnica del Bel Canto (técnica que hasta ese momento había caído en el olvido) y de la cual María, ciertamente, fue una notable exponente. Hay otro punto de vista que me parece importante destacar en la carrera de María Callas que tiene que ver con la interpretación que ella hace de los personajes que le tocó representar: mediante un minucioso estudio del personaje, unido a su gran capacidad interpretativa, creo que María Callas logró dotar de una “vida” a los personajes de la ópera como, quizás, hasta ese momento no se había visto. Era una notable actriz.
¿Qué tanto sabemos los chilenos de Claudia Parada, y que tanto nos falta por conocer?
Me atrevería a decir que es muy poco lo que en Chile se sabe de Claudia Parada. Posiblemente, quienes están unidos de una u otra forma al mundo del canto lírico, puede que sepan de ella, pero fuera de ese círculo, pienso que no. Ahí hay una tremenda deuda desde las políticas culturales de resaltar, difundir y promover a los talentos chilenos que por una u otra razón, como fue el caso de Claudia Parada, se vieron obligados a dejar el país a muy temprana edad para poder lograr el desarrollo total que sus carreras demandaban, en el extranjero. Es así que nos falta mucho por conocer, por difundir los logros de esta notable cantante que tuvo una carrera como cantante de aproximadamente 40 años, que se presentó en los mejores escenarios de la lírica a nivel mundial y que, lamentablemente, vivió con la sensación de que en Chile no era lo suficientemente reconocida.
¿Qué aprendiste al ahondar en la vida de estas sopranos?
Me resultó interesante poder sumergirme en estas biografías de mujeres que, por una u otra razón, debieron desafiar los estándares de la época para poder abrirse paso en el campo de la lírica. Me hizo pensar, por ejemplo, en el caso de Claudia Parada que a eso de los 20 años, toma la decisión de irse de Chile rumbo a Italia para forjar una carrera, y los tremendos sacrificios que debió hacer para lograrlo. Es notable, también, cómo Claudia enfoca toda su vida en torno a su carrera, había algo tan seductor en la escena para ella, que tomó la decisión de dirigir toda su vida y quehacer para cuidar y desarrollar su carrera como cantante. En el caso de María Callas, resulta muy atractivo el profesionalismo con el que asumía sus interpretaciones. Siendo miope debía ensayar, bajar y subir por escaleras innumerables veces, para luego no equivocarse en escena (entendiendo que durante las funciones, posiblemente veía muy poco en realidad). Resulta interesante también que siendo el calibre de cantante que era, se hizo conocida también por su gran profesionalismo, el que muchas veces se confundió con “divismo” pues había algunas puestas en escena con las que ella no estaba de acuerdo desde la producción, pero en lugar de quedarse callada, lo hacía saber. Eso, indudablemente, debió generar resquemores por parte de las direcciones de los teatros para los cuales había sido contratada.
Siempre se habla de la competencia entre las grandes divas, ¿cómo te imaginas la relación de Claudia y María? ¿Competitiva o de sororidad?
Me imagino, y esto dicho por la hermana de Claudia, Maritza, así como por Mario Hamlet, amigo de Claudia, que la relación entre María Callas y Claudia Parada, lejos de ser antagónica, fue de cariño y admiración mutuo. Tengo la sensación de qué María Callas al conocer a Claudia se dio cuenta de que estaba frente a una artista y creadora de calibre, que estaba enfocada en el arte y no en figurar. Tiendo a pensar que esto debió generar en María Callas la sensación de que Claudia Parada, lejos de ser una amenaza, podía ser una colega digna de respeto. Por otra parte, creo que María Callas siempre fue objeto de admiración para Claudia, por lo que el momento en que se conocen y comienza así una relación de amistad, debió ser algo gratificante a su vez para Claudia.
Cómo mujer de las tablas, ¿Cómo ves la desigualdad de género en el mundo del teatro? Y ¿Sientes que hemos avanzado desde la época que le tocó vivir a María Callas, hasta hoy?
Creo que es innegable el avance que ha habido respecto de la participación de las mujeres y del género en el ámbito artístico desde la época de María Callas hasta ahora. Esto se trasluce en que mujeres ocupan cargos directivos, están en la toma de decisiones. Ahora bien, pienso, que todavía siguen persistiendo conductas de desigualdad en el ámbito del teatro. Esto se manifiesta en que, curiosamente, en Chile, al menos, son muchas las mujeres que producen teatro, que escribimos teatro, pero muy pocas las que están en la dirección de las puestas en escena. me pregunto si es que realmente hay una genuina confianza en la labor de las mujeres a nivel de dirección y toma de decisiones.
Fotografía: Patricio Melo, Teatro Municipal de Santiago.
